El camino al éxito de Jorge Sampaoli ha sido largo. Desde los potreros de Casilda hasta las demostraciones del Sevilla FC (sin olvidar su paso por la Selección de Chile) hay años de esfuerzo. Todo lo contrario al explosivo y meteórico aumento de tatuajes en sus brazos.
Antes del Mundial de Brasil 2014, uno de los pocos rastros de tinta en su cuerpo, era una frase de la canción Prohibido del grupo Callejeros. “No escucho y sigo, porque mucho de lo que está prohibido me hace vivir”, dice el mensaje impreso en su brazo izquierdo.

Después del título de la Copa América con Chile, su piel seguía casi intacta, como lo demuestra una foto de él trotando junto a Arturo Vidal, en Miami. Sus brazos lucían pulcros, casi vírgenes.

JORGE SAMPAOLI CUBRE SUS BRAZOS CON TINTA
Al llegar al Sevilla, en 2016, se le descubre un nuevo tatuaje. La prensa nota la frase “No se vive celebrando victorias, si no superando derrotas” y muchos puntualizan que hay un error de ortografía. Que en este caso correspondía “sino”, en vez de “si no”.

Para agosto del mismo año, durante la pretemporada, comenzaron a aparecer más dibujos en su antebrazo. En 2017, queda revelado uno de ellos. Se trata de otro homenaje al grupo Callejeros, con una imagen de su último álbum, “Disco Escultura”. Junto a él, la frase “Creo que educar es combatir, y el silencio no es mi idioma”.

Hasta entonces, los tatuajes se mantenían en los bíceps, sobre la línea del codo
Sin embargo, durante los últimos entrenamientos del Sevilla FC para sus partidos contra el Leganés y el Leicester en Champions League, Sampaoli exhibió el nuevo progreso de sus tatuajes. Si bien a las conferencias va con camisetas de manga larga, las temperaturas más primaverales han dejado ver sus dos mangas completas de tinta. En ellas, por cierto, rinde nuevos tributos a Callejeros.
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